Telefónica está al borde del ‘bono basura’: tiene que vender acciones propias y salir de O2
Las agencias de calificación financiera preparan otra rebaja de la nota de Telefónica a pesar del acuerdo cerrado con el fondo norteamericano KKR para vender hasta el 40% de Telxius, una operación por la que podría ingresar 1.275 millones de euros. El elevado endeudamiento de la compañía que preside José María Álvarez Pallete es una losa que debe ser retirada mediante nuevas desinversiones, como la venta de una parte significativa de su filial británica O2 y la reducción de autocartera (acciones propias que tiene la empresa en balance), entre otras medidas.
Así lo han explicado varios analistas a OKDIARIO, que apuntan a que la operación de Telxius no ha permitido reducir significativamente el pasivo de la compañía y que recuerdan que la agencia de calificación Moody´s ha situado la calificación de Telefónica al borde del bono basura (fuera del grado de inversión) y Fitch Ratings y S&P a tan solo dos estadios de hacerlo.
Las cifras son escalofriantes: la deuda financiera bruta se ha situado en los 60.361 millones de euros al cierre del pasado año, aunque en términos netos el volumen neto es de 48.595 millones de euros, lo que equivale casi a todo el valor que tiene la compañía en Bolsa, con una capitalización que roza los 50.200 millones de euros.
Los gastos financieros netos de Telefónica han sido de 2.219 millones de euros entre enero y diciembre de 2016 que, aunque supone una reducción de casi el 15% anual todavía no es suficiente para el mercado
En este contexto, Juan Carlos Costa, director de Kostarof.com, explica que la receta principal para que Telefónica no caiga en bono basura es reducir el elevado apalancamiento del grupo y, para ello, «lo más importante sería poder vender O2 que ya se ha planteado varias veces». Otra opción sería la venta de las acciones propias que tiene el grupo en autocartera, aunque para Costa esto sería un as que debería guardarse la compañía para el futuro.
En el tercer trimestre del pasado año, Telefónica contrató a Morgan Stanley, Barclays, UBS y a la agencia de publicidad y relaciones públicas Finsbury para tantear al mercado con el objeto de colocar un 40% de su filial británica O2 por un importe cercano a los 5.000 millones de libras (unos 6.480 millones de euros). La otra alternativa era sacar este porcentaje a Bolsa, una opción más lejana por el Brexit y el impacto del referéndum en la cotización de la libra.
El jarro de agua fría que supuso el veto de Bruselas a la venta de su filial británica O2 a Hutchinson provocó que la operadora empezara a buscar alternativas para hacer caja, siempre teniendo en cuenta que en ningún ingresaría los 13.000 millones de euros que le habría aportado el grupo chino por el 100% de la compañía.
No obstante, el analista de Kostarof.com cree que la empresa española tiene cierto margen en el corto plazo. “Las agencias de calificación atacan cuando una cotización baja y ahora precisamente con Telefónica no estamos viendo eso, y lleva camino de seguir subiendo, con lo cual no creo que tenga problemas para mantener el rating”, señala Juan Carlos Costa.
Por su parte, Guillermo Leal, analista de Conecta Capital, advierte que el problema financiero de Telefónica puede agudizarse si el Banco Central Europeo (BCE) comienza la retirada de su programa de compra de deuda, aunque el grupo ha procurado refinanciar parte de su pasivo aprovechando los actuales tipos de interés en mínimos históricos.
Para Leal lo que tiene que hacer Telefónica está claro y es lo que esta empezando a hacer desde hace tiempo: desinversiones. «Este año ha empezado con buen pie, vendiendo el 49% de Telxius a un precio razonable”, indica. En concreto, la transacción supone valorar Telxius en 12,75 euros por acción, es decir, unos 3.678 millones de euros incluyendo la deuda. “Telefónica ha sacado lo mismo que pensaba ingresar en la horquilla baja de su fallida salida a Bolsa de Telxius”, añade el analista.
«Vender autocartera perjudicaría la cotización de Telefónica»
Leal coincide en que el principal objetivo ahora es desinvertir en O2. “Cuando cierra la colocación su nivel de deuda bajara considerablemente, y evitará esa posible bajada de rating. Vender autocartera también es una opción, pero tiene que tener cuidado y ver que la valoración de la acción sea la correcta. Además eso implicará una bajada automática de su cotización, algo que perjudicará a la compañía en un buen momento de mercado», explica.
En cuanto a otros activos no estratégicos que pudiera sacar Telefónica al mercado, desde Conecta Capital inciden en que habría que revisar a dónde quiere ir la compañía y aplicar una estrategia integral a la hora de vender.
«No le interesa deshacer posiciones en Sudamérica, su principal mercado. Habría que ver si alguno de los países en los que opera no es su negocio principal (core). Lo que si que tiene que hacer es reducir gastos, especialmente de personal, algo que también está haciendo en España», concluye el analista.